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  Los sueños de un rey en Cuenca
 
  LOS SUEÑOS DE UN REY EN CUENCA

   Cuenta la historia que a lo largo del siglo XII, los cristianos llegan en sus correrías hasta las mismas murallas de Cuenca, sin posibilidades, en principio de apoderarse de ella, ya que su entonces inexpugnabilidad y la idea no muy clara de su conquista hace retroceder ésta hasta finales de dicho siglo. Pero cuando el joven monarca Alfonso VIII decide ir a su conquista nos encontramos ya en el año 1.177. Estaba convencido, y aunque se considerase ciudad inexpugnable, que podría hacerlo, por lo que hizo el fimre propósito de conseguirla poniéndole un férreo cerco en la esperanza de rendirla inmediatamente. Para elo cuenta con el inestimable apoyo del Alfonso II de Aragón, la, recién fundada Orden Militar de Santiago y de los Templarios.
    El rey Alfonso VIII pone cerco a la ciudad colocando a su ejército de tal manera que nadie pueda entrar ni salir de ella sin ser controlado por él. Y cuenta la historia que aquella primera noche que el rey durmió en Cuenca tuvo, en sus sueños, una revelación en la que se le indicaba que en una oquedad que había un poco más abajo del puente musulmán, los primitivos cristianos habían escondido una imagen de la Virgen. Sólo seria preciso efectuar unas excavaciones no muy profundas y rápidamente hallarían la imagen de aquella Virgen. Dio orden para que un grupo de soldados buscasen en el lugar soñado encontrando una preciosa talla de la que sería después denominada Virgen de la Luz, ordenando construir una ermita para recordar el suceso muy cerca de donde fue encontrada.
    En esos bonitos sueños parece que la virgen había pedido al rey que iniciase la reconquista de la ciudad, pues ella estaría de su parte prestándole una importante ayuda para que rompiese aquel cerco de rocas. De tal manera que alfonso VIII tomó la decisión de rodear Cuenca distribuyendo sus fuerzas estratégicamente. Para ello le pone sitio el día 6 de enero de 1.177, festividad de los reyes magos, con la certeza que en poco tiempo caería en su poder aquella hermosa ciudad tan importante ubicada originariamente en un escarpado farallón rocoso perfectamente rodeado por los ríos Júcar y Huécar. Decide amontonar hombres y material de guerra aprovechando aquellos días de inmenso frío y hielo, puesto que los árabes se habían visto obligados a atrincherarse al no estar acostumbrados a aquellas bajas temperaturas.
    El campamento principal lo mandó instalar en el llamado Campo de San Francisco, donde hoy se encuentra emplazada la Parroquia de San Esteban y la Diputación Provincial. Ordena situar a sus fuerzas de tal manera que no puedan recibir ayuda del exterior ni ninguna clase de víveres, el hambre podría ser su gran aliado ante tan difícil empresa. Se montan guadias a corta distancia a fin de que no puedan ser sorprendidos, permitiendo sólo la salida de los rebaños de los cristianos que vivían en el interior de la ciudad. De varios rebaños que salieron sólo permitieron regresase uno de ellos, ya que no querían sirviesen las ovejas de los mismo de avituallamiento del enemigo que dominaba y oucpaba la ciudad.
    Como permitían los cristianos que algunos rebaños de ovejas pastasen en el espacio del actual Recreo Peral y la Puerta de San Juan (entonces Puerta de Aljaraz), fue motivo por el cual un día cuando un grupo de soldados cristianos vigilaban aquella parte del río divisaron como unos asnos y ovejas remontaban el terreno y desaparecían poco después. Con toda rapidez fueron en su busca, pero cuando llegaron al lugar por donde habían desaparecido observaron que había un fuerte portón de madera herméticamente cerrado, por lo que decidieron regresar al campamento y contar al rey lo que habían visto.
    Enterado el rey decide que un grupo de hombres expertos estudie el lugar durante algunos días controlando todo lo que por allí ocurra a cada momento.Así se hizo y al cabo de cinco días el monarca estuvo al corriente de lo que venía ocurriendo en esa zona cada minuto desde la salida del sol hasta el ocaso, incluso a lo largo de toda  la noche. Sin perdida de tiempo manda a sus mejores hombres con la misión de coger a un pastor cristiano que pase diariamente por aquella puerta y les explique qué deben hacer para pasar por aquel portón y tomar la ciudad. El rey presentía que hallarían la formula, pues tenía plena confianza de lo que la Virgen le prometió en sus sueños.
    Cuando varios pastores regresaban a la ciudad con las ovejas fueron sorprendidos sin que los vigilantes de las almenas se diesen cuenta del hecho y en la refriega matan a dos de ellos. Cuando se acercaon al tercero se puso de rodillas gritando que era cristiano y que había recibido un mensaje de la Virgen para ayudarles a entrar en la ciudad. Les indicó que les ayudaría a pasar mezclados entre las ovejas y pasarían la vigilancia del encargado de su custodia por tratarse de un hombre ciego. Con la mayor rapidez fue informado el rey mandando suficientes hombres para que esa misma noche la soldadesca se apoderase de la ciudad.
    Se hizo tal como había dicho el pastor, puesto que él se encargó de distraer al ciego, mientras hablabaniba tocando este lasovejas y no se percató de la hábil entrada que hicieron un buen numero de soldados cristianos, ya que se cubrieron con pieles de ovejas que mataron. Una vez dentro se lanzaron sobre los centinelas a los que mataron sin apenas darse cuenta de lo ocurrido. A una señal irrumpieron los soldados que esperaban junto al río y poco a poco pasó parte del ejército, iniciándose combates a lo largo de toda la noche. Cuando al día siguiente el sol inundaba con sus rayos la ciudad ya no era árabe sino cristiana. Era ese el día 21 de septiembre, festividad de San Mateo, cuando el rey Alfonso VIII recibía las llaves de aquella ciudad llamada Cuenca y que había sido calificada de inexpugnable.
Como había prometido aquel joven rey dio inmediatamente la orden de comenzar la ermita, puesto que se habían hecho ya las zanjas y elegido la piedra que se utilizaría. En pco tiempo se levantó siendo bautizada con el nombre de Santuario de la Virgen de la Luz, debido a que un pastor cristiano había visto una luz cuando pasaba de noche por el puente y al acercarse vio a la Virgen con un candil en la mano. También se ha conocido este Santuario con el nombre de la Virgen del Puente.
    Se cuenta que allá  por el año 1345 unos frailes llamado "Antoneros" fundaron una especie de convento-hospital en el cual se curaban aquella serie de enfermedades terriblemente peligrosas de la Edad Media, destacando entre todas ellas, el "Fuego Sacro", que algo más tarde recibiría el nombre de "mal francés". Esta congregación hospitalaria de frailes hizo mucho  bien a los enfermos, tenían a San Antón como patrono, y precisamente a esta cirscunstancia se debe esta duplicidad de nombre referido a esta parroquia denominada Virgen de la Luz y San Antonio Abad (San Antón).
    Las apariciones de la Virgen fueron varias a lo largo de los nueve meses de asedio, motivo por el cual el rey vigiló muy de cerca el levantamiento de aquella ermita cuya construcción primitiva en el siglo XIII ha ido desapareciendo en el transcurso del tiempo debido a las reformas efectuadas, pues la Parroquia es de estilo barroco, quedando aún su portada plateresca.
    No sólo en los nueve meses que duró el asedio de Cuenca el rey Alfonso VIII prefirió nuestra ciudad por otras, sino que su predilección llegó al extremo de tomarla por residencia adoptando a sus ciudadanos como su pueblo predilecto. Su corte realmente itinerante en Cuenca fue por diez años con objeto de probarla, de tal manera que aquí naciese su hijo el infante don Fernando, el 29 de noviembre de 1189. Le otorgó el Fuero, considerado como una pieza de capital importancia en la historia del Derecho Español. Cuales serían los privilegios y exenciones que otorgaba a sus habitantes que se hizo famoso el dicho: "Di que eres de Cuenca y entraras de balde".
    Al a Virgen del candil, Virgen de la Luz o Virgen del Puente, se le atribuyen muchos milagros y curaciones de enfermos graves que llegaban al convento-hospital con la esperanza de curación. Se cuenta que en un día allá por el siglo XVI llevaban a ajusticiar a un reo, al parecer acusado de ladrón. Como el reo no cesaba de gritar su inocencia pidió que al menos lo dejasen postrarse a los pies de la Virgen a fin de ofrecerle su sacrificio. Concedido lo que solicitaba y en el preciso momento de cruzar la fachada de la iglesia, éste cayo fulminado por un rayo, tomándose esto como prueba de su inocencia.
    Se le atribuye a la Virgen negra, como llegó a llamarse, multiples apariciones a pastores, pero de manera especial al rey Alfonso VIII en una serie de sueños con objeto de aconsejarle la conquista de la Conca árabe. Para ello, dice la historia, le puso en su camino aquel pastor a quien la Señora había pedido iluminase a los soldados cristinos en la difícil tarea de rescatar a los árabes una ciudad que había sido siempre portadora de la cruz.
 
   
 

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